Remediaciones en papel

Reseña de Media Evolution. Sobre el origen de las especies mediáticas de Carlos Scolari & Fernando Rapa

por Mariano Vilar

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La definición de “libro” no es es algo que pueda darse de una vez y para siempre. Si aceptamos movernos dentro de los márgenes de la cultura impresa y dejamos de lado el códice medieval manuscrito, podemos empezar por decir que el libro es un conjunto de páginas encuadernadas entre dos tapas, que tiene la cualidad de poder ser producido en serie y que contiene símbolos estables que, salvo en los libros en Braille, están pensados para ser captados con la vista.

Por otro lado, esta definición de corte materialista no agota lo que solemos entender por “libro” en términos de lo que solemos esperar de su contenido, ni abarca los devenires actuales del e-book. Media Evolution de Carlos Scolari (quien se ocupó del texto) y Fernando Rapa (encargado del diseño) es un libro tanto en el sentido material como en el legal (con ISBN y derechos de autor). Sin embargo, a diferencia de otros libros escritos por Scolari, quien se dedica hace muchos años a reflexionar sobre los medios (y es autor también Hipermediaciones, Hacer clic, entre otros), deberíamos hablar aquí de un “libro-objeto”. El contenido de Media Evolution son imágenes (fotografías alteradas, cuadros, ilustraciones y diseños de distinto tipo) acompañadas por frases breves con tipografías variadas y coloridas. A través de estos recursos reflexiona sobre “el origen de las especies mediáticas” (tal como anuncia el subtítulo), lo que lo lleva a explorar también las características mismas del libro como medio.

Este tipo de exploraciones visuales no son nuevas en el recorrido de Carlos Scolari. En otro libro reciente, Narrativas transmedia (2013), incorpora numerosas alusiones visuales a la navegación web y a la estética de las redes sociales. Sin embargo, este último libro todavía tiene una cantidad relevante de texto producido por el autor en un orden expositivo bastante tradicional. Media Evolution, en cambio, funciona como un remix de enunciados sueltos (la mayoría de ellos citas de distintos teóricos) relacionados entre sí por una serie de subtemas que giran alrededor de la evolución de los medios.

Los seis capítulos se titulan "ecología", "mutaciones", "evolución", "ciclo vital", "teoría" y "futuro". Todos remiten al problema del cambio en los ecosistemas mediáticos y en cómo estos cambios son tanto causa como efecto de la cultura que los integra. Imágenes sobre imprenteros renacentistas se superponen a diagramas de circuitos y fotografías de familias frente al televisor. En el capítulo sobre mutaciones aparece una lista de términos propios de la situación de los medios en el siglo XXI y sus equivalentes anticuados:

En términos generales, el formato mismo del libro y su colección de enunciados (relativamente) desordenados apunta a desarticular las expectativas habituales sobre un libro de teoría. Los nuevos medios son (o proclaman ser) redes que atentan contra la linealidad la jerarquía. En este sentido, más que una serie ordenada de platos (entrada, plato principal, postre), Media evolution es un buffet de circulación libre... aunque, dado el carácter ultra sintético de sus enunciados y la brevedad general del volumen, sería mejor compararlo con una picada.

El antecedente directo del libro de Scolari es el clásico de McLuhan y Quentin Fiore, The Medium is the Massage (1967). Aquí también nos encontramos con un objeto que desafía las expectativas habituales del formato libro y que explora las relaciones entre teoría e imagen tanto desde la forma como desde el contenido. La diferencia principal es que el libro de McLuhan está organizado en párrafos de su autoría (con algunas citas intercaladas) y no tiene el estilo de remix que emplean Scolari y Rapa. A su vez, el diseño visual de Quentin Fiore remite sobre todo al mundo televisivo, a la psicodelia y a la estética publicitaria de los años sesenta, mientras que Fernando Rapa constantemente nos remite a la estética mediática contemporánea, dominada por la revolución digital.

La inspiración no es solo visual. El mcluhanianismo de gran parte del libro de Scolari es patente en las continuas alusiones al efecto de los medios en el aparato sensorial y al uso extensivo de la metaforización aforística. En las primeras páginas del libro aparece por primera vez un recurso que sirve para exhibir hasta qué punto los cambios supuestamente radicales instaurados por la nueva medialidad digital pueden entenderse a partir de categorías pensadas por McLuhan para la televisión. La frase de este último en Understanding Media que dice: “No tiene importancia que se introduzca un televisor en cada aula: la revolución ya comenzó en los hogares. La televisión ha mutado nuestras vidas sensoriales y nuestros procesos mentales” aparece editada de forma tal que la palabra “televisión” aparece reemplazada por un espacio en blanco que puede, a su vez, ser reemplazado por “computadora” o “smartphone” sin cambiar en lo más mínimo su sentido.

¿Qué es entonces un libro y en qué medida Media Evolution sirve para encarar esta pregunta? Es inevitable la sensación, al pasar sus páginas, de estar frente a algún tipo de slideshow o algún otro diseño digital. ¿Para qué imprimirlo y distribuirlo entre dos tapas? El carácter coleccionable y el fetichismo por la cultura impresa son dos factores que hacen a la supervivencia de la galaxia Gutenberg. Pero además, Media Evolution juega con el concepto de “remediación” desarrollado por Jay Bolter y Richard Grusin según el cual un medio siempre tiene otro medio como contenido. Normalmente pensamos la remediación como un proceso evolutivo, en el que el medio “superador” contiene al “superado” (por ejemplo la televisión con la radio, o Internet con la televisión), pero acá es el medio “libro impreso” el que aspira a representar otras formas tecnológicas que lo sucedieron. En este sentido, y tal como aparece expresado en las citas de los arqueólogos de medios que aparecen en el libro, la factura del objeto mismo exhibe que la “evolución” de las tecnologías de la información no es en ninguna medida lineal.

El libro cierra con la sección sobre “futuro”, en donde aparecen citadas algunas profecías del pasado profundamente erradas y preguntas muy propias del presente, como “¿podremos leer un pdf dentro de 100 años?”. Todo indica que las páginas plastificadas de Media Evolution serán legibles transcurrido ese lapso y bastante más, al menos en un sentido material. No podemos saber, sin embargo, si la colección de enunciados que contiene formarán todavía un conjunto coherente o si su unidad, que aparece hoy muy atada a la confluencia de la fascinación por las tecnologías digitales con una tendencia a la metaforización biologicista-darwiniana, habrá perdido todo impacto frente a ecosistemas mediáticos que ya no se asocien con estas lógicas evolutivas. Llama la atención, en este sentido, la forma en la que la insistencia en los ecosistemas y la selección natural desplazan en este libro cualquier reflexión sobre las lógicas mercantiles y militares que atraviesan la evolución mediática.

Las condiciones de posibilidad de los enunciados que compila Media Evolution (ya sean citas de hace sesenta años o frases originales de Scolari) no son fácilmente detectables desde el presente. Cabe preguntarse hasta qué punto el despliegue colorido con el que los presenta celebra esta imposibilidad de quebrar la superficie o si, en cambio, puede ayudarnos en alguna medida a atravesarla críticamente.