Pedofilia de ideas

De TLtropes

Una actividad muy extendida entre los teóricos literarios es la de pararse en un auditorio o algo que se le parezca, en frente de un montón de muchachos y muchachas que todavía llevan en los rostros tersos trazas de su reciente adolescencia, y hablar interminablemente para que ellos tomen rápidos apuntes en sus cuadernos o notebooks. A menudo, incluso, hacen preguntas a ese auditorio, que los mira con un poco de respeto, miedo o brutal desinterés, y del que surgen respuestas más o menos improvisadas, más o menos obvias, más o menos incorrectas. Incluso a veces llegan a corregir los escritos que produce ese grupo de jovenzuelos, que abunda en derrapes del sentido común y citas pequeño saltamontes. La tentación que le provoca a este teórico-docente abusar de la inocencia de sus alumnos es tan grande, entonces, que no puede evitar burlarse de ellos y refutarlos socarronamente en público en cada ocasión que tiene, sea clase, artículo o libro. Lo que viene particularmente bien si lo que se está sosteniendo es un Argumento Don Quijote.


Ejemplos:

Común en las clases de L. Cerrato, D. Link, y a veces también J.Panesi.