ni jamás lo va a saber, porque en última instancia “perro” no es para el
sistema más que un token, una unidad abstracta que se combina más
frecuentemente con ciertas palabras (como “sarnoso”) y menos con
otras (como “fluorescente”) en el gigantesco corpus que tuvo como
insumo. El chatGPT no solo no conoce la idea pura y perfecta del perro:
tampoco conoce el significado de la palabra ni el conjunto de sus
referentes, ni necesita conocerlos en absoluto para generar una
impresión falsa de sabiduría.
Por último, quería referirme a la parte final de la cita, donde aparece lo
oracular, que en tiempos más simples provenía directamente de objetos
inanimados como una encina o una roca (y en última instancia los
microchips en los servidores que hacen posible que exista chatGPT son
eso: minerales). Quizás hay, en ese sentido, una especie de vuelta
completa: de la sabiduría real, propia de hombres ágrafos que confían y
desarrollan su propia memoria, a la caída en la escritura que externaliza
lo que debería permanecer en el interior y genera una falsa apariencia de
sabiduría. Finalmente,un retorno a algo todavía más primigenio, pre-
sabiduría, donde la verdad simplemente está ahí afuera, emergiendo de
las cosas. Al respecto dice Sadin:
Entramos en una era que nos muestra cómo nos rodea una palabra que emerge
de todos nuestros sistemas. A largo plazo, todo está destinado a hablar, todos los
objetos y todas las superficies, y entonces los asistentes digitales personales
ocuparán todo el terreno y se erigirán como las interfaces casi exclusivas, no
solamente entre los sistemas y nosotros, sino más ampliamente en la relación con
lo real, porque serán capaces de señalarnos en todo momento la constitución de
toda situación, así como la acción más pertinente a iniciar. (Sadin 2021: 88).
Como señalaba Derrida, Platón vehiculiza su ataque a las letras a partir
de la escritura misma, por más que esta escritura pretenda alojarse en la
sabiduría oral de Sócrates. Este artículo está siendo escrito por un ser
humano, y no voy a sucumbir a la tentación (ya tan rápidamente trillada)