El ciudadano y el narrador
Dos novelas en guerra en Para hechizar a un cazador de Luciano Lamberti
Palabras clave:
Para hechizar un cazador, Luciano Lamberti, Terror argentinoResumen
Para hechizar a un cazador se presenta como una novela atravesada por dos relatos que se intercalan y tensionan entre sí: por un lado, la historia de Julia, hija apropiada que recupera su identidad; por otro, la de Griselda y Braulio Lara, abuelos que, enfrentados a la muerte de su hijo, deciden reanimarlo a través de un pacto con un ente demoníaco. La estructura dialoga con el modelo de Los detectives salvajes de Bolaño, especialmente en el uso de múltiples voces y en la dispersión narrativa. El centro de gravedad de la novela, sin embargo, se encuentra en la figura de Griselda, concebida como una suerte de anti-Madre de Plaza de Mayo, cuyo vínculo con la maternidad y la memoria aparece radicalmente invertido. La contracara es la trama de Julia, más convencional y cerrada, que impone una resolución moral y atempera la intensidad ambigua y perturbadora del núcleo oscuro que constituye la verdadera fuerza de la obra.