Firpo-Dempsey

De TLtropes

En un ámbito de debates tenues y parsimoniosos como el de la teoría literaria del siglo XXI, hay ciertas pelas que siempre es placentero rememorar. Ya sea por el carácter épico de los participantes, o por tratarse de una lucha atravesada por conflictos políticos y culturales de cierta trascendencia, los viejos de hoy (e incluso los que no lo son tanto) consideran todavía importante detenerse en estos cuadros del pasado y recrearlos en cada ocasión posible.

Como es previsible, el carácter mítico que rápidamente adquieren estos combates los hace susceptibles de operaciones de desmantelamiento: siempre hay alguno que se levanta para decir que estuvo ahí y que en rigor, la pelea nunca existió. Y no sólo nunca existió sino que los contendientes eran colegas, colaboradores, amigos, amantes, o la misma persona desdoblada como Edward Norton en El Club de la Pelea. La experiencia demuestra que un par de testimonios nunca alcanzan para desterrar ciertas contraposiciones, demasiado arraigadas ya en el árido imaginario teórico-crítico.

Si quien refiere la pelea se identifica claramente con alguno de sus participantes, puede devenir en un argumento Don Quijote.

Ejemplos:

En la Argentina, el ejemplo canónico es el enfrentamiento entre Florida y Boedo (modernismo vs comunismo). También entre Soriano y Sarlo según Saccomano. Cabe suponer que en Francia existió algo así entre Picard y Barthes.