Monsieur La France
De TLtropes
La teoría literaria comenzó propiamente cuando un búlgaro tradujo las obras de unos rusos al verdadero idioma del intelecto humano: el francés. De ahí en más, su propagación fue natural, espontánea, como si se tratara de gusanos saliendo de un queso roquefort. Los estructuralistas se lanzaron a inventar y a bautizar categorías y subcategorías con una voluntad adánica imposible de igualar, y sin que hubiera tiempo siquiera para sacar las baguettes del horno, todos se pasaron al indefinible post-estructuralismo y dejaron a todas las universidades de Letras del planeta en un estado de confusión del que todavía no pueden salir.
De la misma forma que "teórico español" es casi un oxímoron (como "inteligencia militar"), decir "teoría literaria francesa" es un pleonasmo (como "nieve blanca"). Cualquier niño francés puede diferenciar un hipotexto de un architexto, no porque haya leído a Genette, sino simplemente porque sabe que esos conceptos son franceses y por lo tanto, carecen de todo referente, como el signo Saussureano.
El francés no está aquí ni allá: siempre fue militante, pero nunca lo es, tocó el marxismo pero se tuvo que ir. En algún momento, sintió la necesidad de publicar un libro sobre Proust y otro sobre Sade que desconstruye al anterior, salvo en lo que al nacionalismo se refiere. No sale de su casa sin su estampita de Mallarmé y si se queda sin monedas para dejar propina, le regala al mozo unas observaciones sobre Robbe-Grillet escritas en una servilleta. Ama la retórica tanto como a los jovencitos, desprecia a Sartre por envidia y, paradójicamente, escribió las últimas veinte revoluciones sentado en un sillón "Luis XV".
Ejemplos
Hay demasiados, pero los más obvios son Roland Barthes, Michel Foucault, Jacques Derrida.